miércoles, 21 de julio de 2010

EL TRABAJO INFANTIL COMO COSTE DE LA CALIDAD DE HIJO

“ EL TRABAJO INFANTIL” , COMO COSTE DE LA CALIDAD DE HIJO


INTRODUCCION

Este tema, como tal, no implica una fácil y rápida “arriada de banderas” de las propias posiciones, las mismas que como reitero, las considero interesantes, revolucionarias y objetivas para nuestra realidad.

En todo caso, esta suerte de estado de la cuestión lleva implícito la evolución de la familia, los hogares pluripersonales,el altruismo y la información

Básicamente , se ha insertado progresiva y sistemáticamente a través de un análisis y descripción económica de la globalización, y del neoliberalismo y las políticas y estrategias de desarrollo que inciden en América Latina.




LA DIVISION DEL TRABAJO EN LOS HOGARES Y LAS FAMILIAS

Partiendo del supuesto que el tiempo y los bienes proporcionan utilidad directamente, (aunque resulta más intuitivo y fructífero suponer que el tiempo y los bienes son factores de producción usados en la obtención de mercancías, que proporcionan utilidad directamente), estas “mercancías” no pueden comprarse en el mercado, pero los hogares las producen y consumen utilizando bienes comprados en el mercado, dentro de estas mercancías se encuentran tanto los hijos como el prestigio y estima social, la salud, el altruismo, la envidia y otros placeres de los sentidos, por lo que su número es muy inferior al de los bienes consumidos.

El análisis de la producción en el hogar implica, por otro lado, una relación especial entre los bienes y el tiempo empleado en la producción de una misma mercancía.

La cuantía del capital humano a una determinada edad evoluciona de acuerdo con la relación.
El capital humano incrementa directamente la producción de mercancías, los rendimientos dependerían de la asignación del tiempo al mercado y al hogar sólo en el caso de que el capital humano afectase a la productividad del tiempo dedicado al hogar y al mercado de forma diferente.

Explícitamente y en lo que corresponde a la división del trabajo en las familias, la más preponderante es la que se da entre las mujeres casadas, que tradicionalmente han dedicado la mayor parte de su tiempo a la crianza de los hijos y a otras actividades domésticas, Las diversas divisiones del trabajo entre miembros de la familia se deben en parte a diferencias biológicas, en parte a la diversidad de la experiencia y a que difieren las inversiones en capital humano. No existe concretamente un estudio acerca de la división del trabajo a partir de los niños trabajadores. La especialización en la asignación del tiempo y en la acumulación del capital humano en una familia eficiente al parecer han debilitado el nivel de especialización aunque todos los miembros fuesen biológicamente idénticos; puesto que las mujeres que se han especializado en la crianza de los hijos y otras actividades domésticas, han exigido a sus maridos contratos de larga duración para protegerse contra el abandono conyugal y otras adversidades.

La teoría de la ventaja comparativa implica que los recursos de los miembros de un hogar (o de cualquier otra organización) deberían asignarse a las diferentes actividades de acuerdo con sus niveles comparativos, o relativos, de eficiencia. Uno de los supuestos más importantes de este apartado es que en principio todas las personas son idénticas; las diferencias de eficiencia no vienen determinadas por diferencias biológicas, ni por otro tipo de diferencia intrínseca a la persona. Las diferencias de capacidad son el resultado de diferentes experiencias y de otras inversiones en capital humano. Incluso bajo este supuesto extremo, los hogares multipersonales tienden a establecer una pronunciada división del trabajo entre sus miembros en la asignación de tiempo y en la acumulación de capital especializado.

Gary Becker afirma:
“La producción se maximiza únicamente cuando el producto marginal del tiempo dedicado al hogar es igual al producto marginal del tiempo dedicado al mercado para aquellos miembros que asignan su tiempo a ambos sectores”.

El producto marginal del tiempo asignado al hogar debe ser superior al producto marginal del tiempo al mercado para los miembros que dedican todo su tiempo a las actividades domésticas, y a la inversa para los miembros que dedican todo su tiempo al mercado.

Se conocen varios teoremas, citados por Becker, de los cuales :
Si todos los miembros de un hogar tiene ventajas comparativas diferentes, solamente uno de ellos invertirá tanto en capital de mercado como en capital doméstico. Los miembros especializados en el mercado invertirán únicamente en capital de mercado mientras que los que se especializan en el hogar invertirán solamente en capital doméstico.

Este teorema sirve para ilustrar el teorema de Adam Smith, según el cual la división del trabajo está limitada por el tamaño del mercado; La extensión del mercado para el capital humano que incrementa la productividad en determinadas actividades se mide por el tiempo asignado a estas actividades.

Por lo tanto, un hogar con un número reducido de miembros será menos eficiente que los hogares grandes, siempre que algunos miembros no se especialicen completamente.

De ello , es viable afirmar que estos teoremas pueden generalizarse fácilmente para el caso de múltiples mercancías en el hogar si éstas se producen de forma independiente unas de otras (no existencia de producción conjunta) con sus correspondientes capitales especializados.


La división del trabajo según el sexo en las familias

A pesar de que la profunda división sexual del trabajo existente en todas las sociedades - entre actividades desarrolladas en el hogar y en el mercado - se debe en parte a las ganancias resultantes de las inversiones especializadas, también es cierto que se debe en parte a las diferencias intrínsecas entre los sexos.

Las mujeres no solamente llevan a cabo un importante cometido biológico en la producción de los hijos, también tienen a su cargo otras tareas biológicas de carácter más delicado, relacionadas con el cuidado de los hijos. Además, las mujeres han venido dedicando voluntariamente mucho tiempo y esfuerzo a la crianza de sus hijos, porque desean que las elevadas inversiones biológicas llevadas a cabo en la procreación de los hijos den su correspondiente fruto. Adicionalmente, una madre puede alimentar y cuidar más fácilmente a los hijos mayores mientras engendra otros hijos que mientras participa en otras actividades. Esta complementariedad entre la procreación y la crianza de los hijos ha sido muy importante, porque hasta el siglo pasado prácticamente todas las mujeres dedicaban la mayor parte de sus primeros años como mujeres adultas a sus hijos.

Si se tienen en cuenta las diferencias biológicas se llega a la conclusión (no muy sorprendente) de que el sexo de los miembros del hogar es una característica distinta importante en la producción y crianza de los hijos, y quizá también en la producción de otros bienes domésticos y en la actividades desarrolladas en el mercado.
Consecuentemente, el efecto de las diferencias biológicas sobre la ventaja comparativa de los sexos explica no sólo por qué normalmente los hogares están compuestos por personas de ambos sexos, si no también por qué habitualmente las mujeres asignan su tiempo a la crianza y cuidado de los hijos, además de llevar a cabo otras actividades domésticas, mientras que los hombres asignan su tiempo a las actividades realizadas en el mercado.

El análisis de las inversiones especializadas realizado con anterioridad implica que las mujeres invierten principalmente en el tipo de capital humano que aumenta la eficiencia en el hogar, especialmente en la crianza y educación de los hijos, ya que las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo a estas actividades. De igual manera los hombres invierten fundamentalmente en aquel capital que aumenta la eficiencia en el mercado, porque dedican mayoritariamente su tiempo productivo al mercado. Estas diferencias sexuales en las inversiones especializadas refuerzan cualquier división sexual del trabajo atribuible a motivos biológicos entre el mercado y el hogar, al tiempo que en gran medida aumentan la dificultad de discernir entre las causas meramente biológicas o puramente ambientales de la omnipresente división del trabajo entre hombre y mujeres.

Existe una razón adicional que dificulta la distinción entre los dos tipos de ventajas. Puesto que las inversiones especializadas se inician cuando los hombres y las mujeres son muy jóvenes (las tasas de rendimiento de las inversiones en capital humano son mayores cuanto más joven sea el individuo), estas inversiones se llevan a cabo antes de que los padres tengan pleno conocimiento de la orientación biológica de los niños, que con frecuencia no se revela hasta cumplidos los diez años, e incluso algunos más. Si solamente una pequeña fracción de las niñas está orientada biológicamente hacia las actividades desarrolladas en el mercado en vez de las actividades domésticas, y si solamente un reducido número de niños está asimismo orientado biológicamente hacia actividades desarrolladas en el hogar, ante la ausencia de información inicial sobre lo contrario, la estrategia óptima de los padres consistirá invertir principalmente en capital doméstico en todas las niñas y fundamentalmente en capital de mercado en todos los niños hasta que se establezca cualquier desviación a esta norma.

Las inversiones en hijos con orientaciones “normales” refuerzan de esta forma su constitución biológica, y los niños de especializan de acuerdo con la división sexual tradicional del trabajo. Por otro lado, las inversiones en hijos “desviados” entran en conflicto con su constitución biológica, siendo incierto su resultado en términos netos. Es más responden racionalmente y sin discriminación en situaciones de información imperfecta sobre la constitución biológica de los hijos. Las inversiones desviadas serían presumiblemente más comunes en la medida en que las constituciones biológicas desviadas resultarán asimismo más frecuentes o se revelasen cuando los individuos son muy jóvenes.

LA ESPECIALIZACION

Lo que permite que la especialización y la división del trabajo podrían reducir realmente la intimidad de los miembros del hogar.

Si a la vista de esta relación entre especialización y conducta incorrecta, una mayor especialización provoca una reducción neta de la intimidad de los miembros de la familia, y si la utilidad marginal de la intimidad fuera positiva, el incremento de la producción doméstica atribuible a una mayor especialización podría contrarrestar la reducción de intimidad experimentada, estableciéndose un grado óptimo de especialización y de intimidad.

La teoría de la evolución de la población, más conocida es la Teoría de Malthus, quien supuso que la población crece a una tasa muy rápida a menos que se vea frenada por unas ofertas, advierte que cuando desciende la renta debido a que el crecimiento de la población supera al crecimiento de los bienes de subsistencia se ve reducido significativamete la procreación de niños, pero a su vez se genera una necesidad de supervivencia en los niños existentes, lo cual obliga al niño a salir a las calles a trabajar, maxime si los programas gubernamentales de ayuda financiera a madres con hijos menores de edad han reducido el coste de los hijos,explícitamente reducen el coste de oportunidad del tiempo dedicados a los hijos viéndose ellos en la coyuntura de buscar en su entorno formas de satisfacer sus requerimientos económicos .

La interacción entre calidad y cantidad de hijos, busca de alguna manera en armonizar con la planificación familiar con el propósito de resaltar la calidad de hijos,pero mientras sea conceptualizado como tal, nuestra realidad implicará un gran número de ninos en abandono y un gran número de niños trabajadores que no necesariamente se constituyen niños tradicionales, los mismos que se encuentran contenidos a través del famoso argumento del altruismo familiar propugnado por ADAM SMITH y protegidos por tal frente a la envidia en una familia El altruismo compite al egoísmo en todas las transacciones del mercado, pues su renta psíquica es mayor a la renta monetaria.

En las sociedades tradicionales está demostrado que el bienestar de los hijos está determinado porel prestigio y las relaciones sociales de la familia determinada primordialmente por la cultra, cuando éstas escasean básicmente los niños deben trabajar,ésta es la característica de América Latina, la Globalización y el Neoliberalismo la confirman y la objetivizan para de esta forma maximizar beneficios en procura de generar rentas en favor de la familia pluripersonal.

La teoría de la desigualdad y la movilidad intergeneracional practicamente no es operativa en nuestra realidad, puesto que la utilidad medida a partir de la calidad de hijo cuando éstos ya son adultos no alcanza la maximización pretendida, ya que la preponderancia de establecer el nivel de rentas y dotaciones de los padres hace que no se logre una cabal distribución de la riqueza salvo y como buena medida se legisle acerca del deber ser del trabajo Infantil, dejándose de lado protecciones insubsistentes que en nada beneficia a una familia tradicional en nuestros tiempos.

Este breve contexto busca ubicar la idea central de que el coste de la calidad de hijo en nuestra realidad origina como consecuencia la legitimación del trabajo de los niños, para ello es necesario conceptualizar el desarrollo económico del mundo Hoy y definir algunas instituciones
así como realizar aproximaciones a partir de la legislación peruana.

Un mundo de cambios vertiginosos

Referirse hoy a la situación mundial significa hablar de muchas interpretaciones sobre lo que está sucediendo en el planeta, de cambios tan veloces que las teorías se han mostrado insuficientes para interpretarlos, o que cuando han llegado ha nosotros, han perdido actualidad. La velocidad con que se dan estos cambios no permite, algunas veces, seguirlos; y en otras oportunidades nos falta claridad sobre el proceso que se viene dando, pues los instrumentos y conocimientos que poseemos y manejamos no nos sirven para realizar el análisis que la situación exige.

Una identificación de estos cambios nos permite abordar el siguiente alcance:

· Está ocurriendo un cambio de gran magnitud a partir de un proceso acelerado de globalización económica .
· El término de la guerra fría, a partir de la caída del muro de Berlín ,origina un coste que repercute en los niños.
· Revolución tecnológica: avance de la tecnología en forma acelerada en los países desarrollados.
· Predominio del pensamiento liberal en su versión neoliberal .
· La constitución de un nuevo orden internacional, concentrador del poder y los recursos.

Vivimos en un mundo cada vez más interrelacionado e interconectado por la revolución en las comunicaciones, de manera que cada vez es más necesario conocer ese mundo. Por ello todo análisis de la realidad latinoamericana, y de cada uno de nuestros países ( con énfasis en los niños y adolescentes), no puede dejarse al margen del contexto mundial.

Es importante conocer algunas de las tendencias actuales a nivel económico, cultural, político y social, para ver qué repercusiones tienen en América Latina y por ende en nuestro país. Del análisis de está situación deben surgir las nuevas opciones y orientaciones para enfrentar con mayor claridad el presente y generar nuestras propuestas de y para la acción con los niños y adolescentes de nuestro entorno.


Globalización y Cultura

“El impacto de la globalización de la cultura en nuestra adolescencia y niñez, más allá de la existencia de diferencias socio culturales entre América Latina y los países del Hemisferio Norte, afectará su identidad, sus tradiciones de clase y su nacionalidad”.[1]

Con la globalización, las fronteras culturales tienden a desaparecer. Emerge un solo mercado. El mundo es cada vez más pequeño, los productos se venden en todo el mundo . Por ello se habla de una cultura mundial que emerge, una cultura de dominación universal que afectará aún más las costumbres, los valores, las formas de consumo de las mayorías nacionales.

Hay quienes consideran a la cultura como un conocimiento históricamente acumulado por la gente, como los comportamientos, la ética, las reglas, las instituciones. Pero la cultura no es estática: está en permanente dinámica, sin perder su identidad primigenia. A partir de la influencia de los medios de comunicación, los cambios culturales permiten no sólo una información rápida de lo que pasa en cualquier parte del mundo, sino interrelacionarnos e integrarnos a una cultura del mercado, a una racionalidad occidental.

El neoliberalismo.

“Problemas de la conyuntura internacional y la globalización del sistema capitalista han ocasionado cambios ,los retos que esto plantea a los adolescentes y niños trabajadores guardan relación con las opciones que empiezan a surgir y que están marcadas por la política económica impuesta por organismos internacionales.

Por ello nuestra crisis es reflejo de la crisis del sistema mundial. Se trata de una crisis de legitimación, representación y de proyectos”.

En los últimos veinte años se ha ido desarrollando un discurso ideológico, ambiguo, contradictorio, heterogéneo, que se conoce con el nombre de “neoliberalismo”.

Caracterizan al neoliberalismo la apertura del comercio, la liberación del mercado financiero, la privatización, la descentralización y la reducción de la intervención del Estado.[2]

Hugh Cunninghan.1991[3] se encarga de demostrar con abundante documentación histórica que críticos del trabajo infantil en Gran Bretaña durante comienzos del siglo XIX, ponían en evidencia que mientras la esclavitud fue abolida en 1807, todavía continuaba el “comercio de niños blancos, más cruel aún que la esclavitud de los negros” (p. 57). Por otra parte, las campañas para la abolición del trabajo infantil en las fábricas y del comercio de esclavos coinciden en el tiempo desde 1780 hasta por lo menos 1807 ( p.72).

La historia confirma, además, que la oposición a la abolición del trabajo infantil dista mucho de constituir un grupo homogéneo. Por el contrario, el paso de los siglos ha visto asumir a actores social y políticamente enfrentados, argumentos disímiles pero que conducen a proposiciones idénticas. De un lado, la preocupación por el mantenimiento del orden y el control social de las clases pobres ya desde el siglo XVI (p.24), y del otro, la inevitabilidad del trabajo infantil en los marcos del sistema capitalista y la consecuente afirmación como sujetos sociales de los mismos trabajadores.[4]

El art. 32 de la Convención Internacional permite definir como trabajo infantil toda interferencia sustancial, de alguna forma remunerada, con el normal desarrollo del niño en el sistema educativo. Esta definición implica además un cierto desplazamiento de la percepción del trabajo infantil de un fenómeno social abstracto hacia una realidad posible de ser medida con criterios más objetivos.

Trascendencia del neoliberalismo

Neoliberalismo es sinónimo de imperio del capital privado y de la iniciativa privada sobre el conjunto de la sociedad.

El neoliberalismo es la expresión teórica de la internalización de un nuevo modelo ,de la acumulación y dominación del capitalismo. En estas los mercados externos se hacen prioritarios a costa de la transnacionalización de los mercados internos, y resultan forzosa una reconversión industrial intensiva y una mayor flexibilidad del mercado de trabajo para dinamizar su productividad.

Un recorrido histórico y cronológico de la aplicación del neoliberalismo se evidencia en Inglaterra, con Margaret Thatcher, luego en Chile, con Pinochet, en Estados Unidos, con Reagan, y después siguen en otros países.[5]

El neoliberalismo no es un regreso al pasado liberal del siglo XIX, sino una respuesta nueva del capitalismo a sus crisis de desarrollo. El neoliberalismo es una versión de la teoría liberal.

A partir de su propio diagnóstico de la situación latinoamericana, los neoliberales diseñaron y planificaron sus soluciones, partiendo de la necesidad de un cambio de modelo económico.[6]

Friedman es el padre del neoliberalismo. Desarrolla su propuesta a partir de la teoría acerca de cómo debe funcionar la sociedad. De ello se denota:
· Reformar el Estado de manera que cumpla una función reguladora para favorecer al mercado.
· Liberación del mercado:” el mercado como centro de la libertad económica y política”[7]
Esta política neoliberal tiene como eje el individualismo: exalta el esfuerzo individual para la superación. “Sólo gana el que sabe y es competente”. Deja de lado a la clase social, a los sectores populares, a los sujetos sociales.
Desde lo económico en una perspectiva humanista

Rescata las experiencias acumuladas, desde las organizaciones económicas y desde las estrategias de sobrevivencia, es una buena metodología a desarrollar. Allí se encuentra una cantera de enseñanzas y toma de decisiones en una perspectiva innovadora.” La incursión de los informales” (aquí se ubican los adolescentes y niños trabajadores).[8]

Desde lo político y los actores sociales

“El desarrollo debe mirar prioritariamente a las mayorías en la atención a sus necesidades básicas, la adquisición y garantía en sus derechos individuales y sociales, una ética de la austeridad y el control de las fuerzas sociales sobre los planificadores. Los movimientos sociales en general y los movimientos populares en particular constituyen fuerzas básicas para la construcción de la “nueva sociedad.”[9]

En el diseño y aplicación de políticas y estrategias de desarrollo puestas en práctica en Latinoamérica se ha dejado de lado a la mayoría de la población.

Es urgente construir un proyecto popular de desarrollo alternativo desde los sujetos populares y políticos. Para ello es necesario integrarnos a nivel local, nacional y regional. Deben crearse nuevas formas de hacer política y asignarle un nuevo rol al Estado.

El resurgimiento de América Latina depende de dos condiciones:
· Que se constituyan fuertemente los actores de una sociedad industrial (empresarios, sindicatos, profesionales, intelectuales, administradores).
· Luchar contra la desigual como objetivo político. América Latina debe tomar conciencia de sus posibilidades más que de sus dificultades.
La población mayoritaria en América Latina se moviliza por su sobrevivencia; entre ellos, son numerosos los jóvenes y niños de sectores populares. Pero a estos nuevos actores sociales no se les incorpora o toma en cuenta como constructores de las propuesta políticas y económicas, ni por los gobiernos, ni en las constituciones políticas, ni en las organizaciones políticas y gremiales. Esta reserva poblacional constituida por jóvenes y niños debe ser considerado como sujetos sociales en constitución, que han de ir ganando espacio mediante propuestas de política de atención dirigidas a ellos.

Aparece la necesidad de buscar una alternativa al capitalismo, una alternativa al neoliberalismo, a partir de las voces de los sectores populares. Toda propuesta de desarrollo debe tener en cuenta a la mayoría que hoy está dejada de lado: los informales, los desplazados del campo y la ciudad, los jóvenes, las mujeres, los niños, las comunidades nativas y andinas, los desempleados.[10]

LA SIGNIFICACION SOCIAL DEL TRABAJO INFANTIL

Hay consenso: “ el trabajo de los niños y jóvenes de ambos sexos, menores de 18 años, constituye una proporción impresionante de la fuerza de trabajo a nivel de América Latina “. Las cifras alcanzan varias decenas de millones, y aún así, quienes han procurado medir el fenómeno advierten que probablemente se trata de subestimaciones. Tanto en sus manifestaciones urbanas como rurales, a pesar de algunas tasas de crecimiento en descenso, el número de menores trabajadores aumenta sin cesar en casi todos los países de la Región, en especial desde hace dos o tres décadas.[11]

Se trata de una característica estructural del fenómeno que corresponde a determinantes como son: el fracaso de políticas gubernamentales. la ausencia masiva de los pobres del campo a las ciudades; por “la mano de obra barata “, interés de las multinacionales y otras empresas según la leyes del mercado que tienden a desvalorizar cada vez más el trabajo humano, en particular el de mujeres y niños; por la ausencia de políticas de vivienda, educación, salud,. La violencia intrafamiliar, que en parte surge de estas mismas falencias, es otra de las causas principales por las cuales los mismos niños huyen en busca de formas propias de sobrevivencia[12]

Aspecto discutible :¿ constituye un factor Incidental la Pobreza?..

Se asume que los menores trabajan simplemente porque tienen que hacerlo, es decir, porque su familia necesita de su contribución económica para mantener un mínimo nivel de subsistencia. Algunos estudios (p.e. Levison, 1991) se basan en la tesis de que la participación de los niños en las actividades económicas y educativas se rige por la situación económica del hogar, aunque también inciden la demanda de trabajo infantil y la oferta de educación pública.

Las necesidades concretas de trabajo le son presentadas al menor bajo dos aspectos:
· Como imposición de su familia, sea por pobreza o por valoraciones culturales acerca del trabajo.
· El trabajo infantil, tanto remunerado como no remunerado, también puede responder a las necesidades individuales que se traducen en configuraciones empíricas observables en distintos arreglos inter familiares.[13]

Casi siempre se descubre la mayor vinculación al trabajo por necesidades económicas familiares; por los bajos ingresos de los progenitores, en especial de las madres. Obviamente, cuanto más baja es la renta familiar, mayor es la proporción de los niños que declaran trabajar para complementar el ingreso familiar. Pero a mayores ingresos familiares, mayores proporciones de menores que se vinculan al trabajo “en busca de su libertad”[14].

En general, se concluye que las percepciones de los mismos niños, aún los más pobres, en campos y ciudades acerca de su trabajo son casi siempre positivas. Evidentemente, los padres neutrales favorecen a sus hijos menos afortunados, independientemente de su sexo, orden de nacimiento u otras características, porque la utilidad marginal de los hijos con menor renta es siempre superior a la utilidad marginal de los hijos con mayor renta. El trabajo hace parte de su cotidianidad y no vislumbran contradicciones frente a la vida escolar.[15]

En relación al tema del trabajo infantil la distinción entre mundo de los pobres y mundo de los privilegiados sigue siendo casi absoluta y exclusiva. A partir de cierto nivel de la estratificación social y económica, el trabajo infantil desaparece en las capas medias y altas como consecuencia de otros componentes de naturaleza intrafamiliar o cultural, así como por elementos relacionados con la estructura del mercado del trabajo, los costos y la calidad de los servicios sociales.[16]

Efectos sobre los niños

Es muy probable que los menores, mediante su vinculación al trabajo, estén mejorando su propio bienestar y el de su familia. Es posible que haya niños que aumenten su capacidad al asistir a la escuela y logren algún dinero que complementar su dieta. El trabajo puede proporcionar al niño una mayor valoración de sí mismo, acrecentando su independencia y su capacidad de negociación en el grupo familiar y, en consecuencia, en la sociedad[17].

Si esto es así, ello significaría que los niños trabajadores pueden tener mayores oportunidades al vincularse al trabajo.

En la mayoría de los informes sobre trabajo infantil, se siguen incluyendo supuestos sobre la familia como una unidad coherente y armoniosa, caracterizada por relaciones afectuosas, donde los niños tienen la posibilidad de desarrollarse plenamente.[18]

El trabajo infantil como estrategia de supervivencia.

Esta hipótesis está referida a la conducta de familias de estratos populares urbanos, que consiste en enrolar a alguno de los miembros menores del grupo familiar en el mercado del trabajo a edades que por lo general se consideran tempranas.

El trabajo infantil -como consecuencia- puede aparecer como alternativa a la permanencia en el sistema educativo más allá del nivel primario, o coexistir con la asistencia a los primeros años del nivel secundario, aunque con escasas probabilidades de persistencia. Mayores aproximaciones al respecto se tiene en MARCOS DE INTERPRETACION.Pags.50 al 55 S.LLOMOVATTE.

“Ahora se escuchan más voces que caracterizan a la niñez como una construcción variable que cambia de manera histórica y cultural”.

Se habla de la necesidad de construir nuevos paradigmas en la sociología de la niñez así como las concepciones y funciones de la “familia” o el “hogar”, identificando factores sociales, económicos y políticos que contribuyen a su definición cambiante y a las actividades consideradas apropiadas para los niños.[19]

En diciembre de 1986 la ONU adoptó la Declaración del Derecho al Desarrollo que sienta las bases para el caso sub estudio; sus 10 artículos van desde derechos individuales hasta la responsabilidad de los Estados en cuanto a crear “condiciones nacionales e internacionales favorables a la realización del derecho al desarrollo”. La esencia del derecho al desarrollo es la distribución de recursos a nivel nacional e internacional; es decir la igualdad de oportunidades para todos en su acceso a recursos básicos: educación, salud, alimentación.[20]

A su vez, la Convención sobre los Derechos del niño de 1989 establece el derecho de los niños a la participación. Esto significa que los niños deben tener conocimiento de sus derechos fundamentales para poder participar, lo que ya empieza a destacarse:
“Oír lo que dicen los niños debe estar en la raíz de cualquier elaboración de los derechos del niño. Ninguna sociedad podrá empezar a percibir a sus niños como derecho-habientes hasta que las actitudes de los adultos y las estructuras sociales se ajusten seriamente para hacer posible que ellos manifiesten sus puntos de vista y reciban un trato respetuoso.”.[21]

La importancia de la participación de los niños en su propio desarrollo y realización, y para capacitarlos para adquirir la confianza y la competencia necesarias para ser ciudadanos adultos responsables en sociedades democráticas, es uno de los puntos estratégicos.[22]

La experiencia laboral de los niños debe constituirse en un elemento importante dentro de la elaboración de planes y programas de políticas educativas especiales en coordinación con las distintas instituciones involucradas en los procesos de cambio.


CRISIS Y PARADIGMAS
(Dockendorf 1988.unicef).

El paradigma nos permite saber hacia donde dirigir nuestra mirada, y distinguir los diferentes tipos de problemas.
Garretón (1991unicef).

“Asistimos a un cambio profundo en el modo de analizar las sociedades y el cambio social”.

Pareciera que estamos frente al desarrollo de concepciones o teorías tentativas de “alcance medio“, destinadas a la descripción análisis e interpretación de procesos relativamente preciso y acotados, no para renunciar a la totalidad, como se ha pretendido, sino precisamente para acercarse a ella, antes que postular nuevas teorías o enfoques globalizantes del desarrollo y el cambio social.[23]

Sobre economía y estadística

Existe todavía una compleja realidad escondida y que para sacarla a luz hay también que revisar y debatir nuestras propias categorías interpretativas del trabajo infantil . Más aún habría que revisar un concepto dominante y etnocéntrico de economía , según el cual se valora tan solo la producción , circulación y consumo de los bienes materiales, y se relega aspectos de conservación de la vida humana.

El estudio de la contribución de los niños en la economía familiar debe abandonar el horizonte estrictamente mercantil y laboral clásico, puesto que las estrategias económicas populares se basan sólo en parte sobre recursos de origen mercantil o salarial. El proceso de reproducción familiar está más bien garantizado por la agregación de otro tipo de recursos a la fuente mercantil y salarial, tales como el trabajo doméstico , las actividades de subsistencia , y la inserción de redes de intercambio no mercantil.

La “ciencia” estadística continúa hasta ahora viciada por una postura adultista que no considera al niño como entidad social, reflejo de la cultura dominante sobre la infancia.[24]

Si hay una realidad que se ha transformado en las últimas décadas y que afecta directamente al ser humano en su rol productivo, social, en su identidad, es el trabajo humano. La revolución tecnológica ha transformado la estructura del trabajo, la cultura y la axiología del trabajo.

Sin embargo se vive la dramática paradoja que mientras se reconoce el trabajo como un derecho humano, nos encontramos en una civilización que como dice la Loborem Exsercens (unicef):” ha pervertido el trabajo del hombre al someterlo al capital”.

Aquí radica la perversión de las actuales condiciones de trabajo, también las de aquellas que enfrentan los niños trabajadores. Pero el trabajo sigue siendo un derecho humano, inherente a ser persona, sujeto, actor social (no en el sentido parsonniano).

Para el caso del trabajo infantil, reconocerlo como un derecho, es precisamente lo que lejos de legitimar las inadmisibles formas en que se ejerce, nos crea el imperativo ético, político, de normarlo, protegerlo, atenderlo y de luchar por la cancelación de todo aquello que lo mutile como experiencia humanizante.

Se requiere, más allá de elaborar definiciones de trabajo infantil -sin negar la utilidad que esto podría tener- revisar el concepto negativo que subyace a las normas de la OIT , pedido igualmente que merece seguir trabajándose, incluso con más rigor.

Es posible afirmar que los PROTECTORES detractores del TRABAJO INFANTIL sostienen implícitamente:
a.- Conveniencia de ignorar activa y pasivamente convenciones internacionales .Normativa que genera un incremento de clandestinidad en el trabajo infantil.
b.- Manifiesta información de que el trabajo infantil es primordialmente CONSECUENCIA DE LA POBREZA y que en tiempos de ajustes económicos es imposible evitar el aumento del número de niños trabajadores.[25]

IMPACTO EN LOS JOVENES Y NIÑOS DE LAS MEDIDAS DE AJUSTE Y CAMBIOS.

JOVENES, NIÑOS, TRABAJADORES Y EMPLEO INFORMAL

Las políticas neoliberales puestas en práctica por los Estados han traído el incremento de la informalidad. Según el PNUD un tercio de la población urbana se encuentra en el sector informal.

Hablar de informalidad es hablar de diferentes enfoques en cuanto a incorporación de los sectores populares – incluidos los jóvenes y los niños- en la estructura del empleo y del mercado laboral.

El trabajo de estos jóvenes y niños en el sector informal es de sobrevivencia y de resistencia a la crisis. Se requiere un trabajo de educación y socialización permanente para incorporados como actores sociales. Debe tomarse en cuenta no sólo su participación en un proyecto alternativo de desarrollo integral, sino desplegar su capacidad humana, sus aspiraciones, condición para que aquel sea creíble y deseable.

En estas experiencias de vida no existe la relación marcadamente diferenciada entre niño, adolescente, adulto. Todos concurren y colaboran en la economía familiar, aunque no siempre se asigne el mismo valor social a la participación de los niños y niñas.

Con la “producción flexible” impuesta por un tipo de modelo de desarrollo a todos los países del mundo, esta juventud estará aún más excluida.

“En esta óptica el contexto estructural internacional del trabajo infantil nos remite a la naturaleza no sólo moral sino integralmente económica y política del fenómeno, en la medida en que la condición de vida de la infancia del Tercer Mundo se impone como efecto y al mismo tiempo como cuestionamiento crítico del sistema capitalista mundial”.(Schibotto Giangi 1990.Niños trabajadores).

Los jóvenes y niños trabajadores forman parte de los millones de habitantes que tienen que generar su propio empleo por la incapacidad de la estructura económica de la ciudad para incorporarlos a ella.
“Lima, Bogotá, Río de Janeiro, Caracas, Ciudad de México, La Paz; todas las grandes ciudades de América Latina pupulan de menores trabajando. La articulación urbana de la economía de sobrevivencia y el fenómeno de la informalización de la economía se acompañan con la masiva reubicación del trabajo infantil en las estrategias del autoempleo. No hay prácticamente calle urbana en América Latina en donde no se encuentre un niño vendiendo caramelos, desempeñando servicios personales y también mendigando o robando, frente a esta perspectiva: “... no reconocer la permanencia estructural del trabajo infantil conlleva a la negación del protagonismo social de la infancia; es decir, oculta y desmoviliza la potencialidad de un movimiento social de los niños trabajadores”. (Schibotto,Giangi .1990.Niños trabajadores)


Los niños ,los adolescentes y las políticas sociales

El neoliberalismo apunta a la reducción del rol del Estado en todos los ámbitos, principalmente en el social, porque no es rentable. Para ello presenta el mercado como solucionador de los problemas sociales. Pero sabemos que el libre juego de la oferta y la demanda no garantiza una distribución más justa del empleo ni la eliminación de la pobreza.
Dentro de esta políticas sociales han habido programas dirigidos a niños y adolescentes, con diferentes enfoques y tendencias. Sin embargo, no existe aún una política para la infancia y la juventud en América Latina que dé cuenta globalmente de los derechos y del rol que debe reconocerse a sus nuevas generaciones.


Reflexiones importantes en el caso sub estudio a fin al tema:

El ingreso al mundo del trabajo en forma temprana, la posibilidad de tener su familia, su inserción social, las nuevas pautas de comportamiento, entre otros, son factores que constituyen la vida y preocupación de los jóvenes hoy.

El individualismo y consumismo generado por la ideología neoliberal influye en sus valores, y piensan que el bienestar se logra solo con el esfuerzo individual.

Las familias mas pobres también pueden aumentar la eficiencia de las inversiones adicional de capital humano en los hijos mas capaces sin sacrificar por ello los intereses de los demás, ello constituiría una forma adicional de contrarestar el trabajo infantil, puesto que los hijos mas capaces transferirían voluntariamente recursos a otros hermanos cuando se hicieran adultos.

En lo social y lo político.

Frente a la frustración los jóvenes toman una actitud también pasiva y de indiferencia que se manifiesta en no creer en las organizaciones, en la institucionalidad. Sin embargo, desean una presencia vial en las decisiones. Una de las formas nuevas de “organizarse” a su manera y de acuerdo con nuevos códigos, son los grupos pandilleros que han aparecido últimamente en la Región, más allá de los grupos inspirados en movimientos musicales.

Gómez Jara(El derecho y el revés de las pandillas. Unicef .1992) nos dice: “Lo esencial, propio, sustantivo y definitorio de la pandilla es su auto - organización informal, irracional, por fuera de las instituciones, en búsqueda de espacios, lenguajes y metas propias, conseguidas mediante la creación y recuperación actual, universal e histórica de expresiones de resistencia al poder. Lo característico es su comportamiento indeterminado, su conducta violenta, el alcoholismo, la farmacodependencia”.

El neoliberalismo ha contribuido a esta despolitización de la población, de las organizaciones populares. La juventud percibe esta realidad y apuesta por generar su propia organicidad.
Los jóvenes por lo general van buscando espacios y organizándose quieren desarrollarse libremente, compartir ideales e intereses comunes, desplegar su capacidad de liderazgo, participar en grupos juveniles, realizar acciones de desarrollo comunal.

Organizaciones de niños han existido desde tiempo atrás, pero estas nacían y se mantenían bajo la iniciativa y dirección de adultos.

La experiencia con niños trabajadores organizados en el MANTHOC, Perú, en doce ciudades del país, nos permite afirmar que niños entre 6 y 14 años son capaces de imaginar y concretar una organización de la que ellos se sienten responsables, animadores y actores. Y si se tiene en cuenta la dimensión nacional de la organización, podemos valorar el hecho de no quedar en la gestión del propio grupito sino el tener que pensar y actuar orgánicamente en el horizonte de problemas y alternativas locales y nacionales.

Una percepción jurídica diferenciada en Perú.

LAS DOS INFANCIAS: LA “REGULAR” Y LA “IRREGULAR”

Según el consultor de UNICEF Emilio García Méndez, en América Latina en general – y el Perú no es la excepción – existen dos tipos de categorías de infancia – adolescencia :
· aquella con sus necesidades básicas satisfechas que se desarrollan en el mundo ordenado con patrones sociales y familiares sólidos, protegida por los padres y los adultos, en general llamada “ en situación regular”.[26]
· aquella con sus necesidades básicas total o parcialmente insatisfechas, carece de patrones sociales básicos que se desarrolla en un medio de pobreza y de desestructuración familiar, que a veces practica actos antisociales llegando a constituirse en una amenaza para el orden social, identificada como una infancia, adolescencia en “situación irregular”. La denominación que reciben sus miembros también varia según se trate de una u otra: niños y adolescentes a secas los primeros y, despectivamente, “menores” los segundos.

Presencia del dilema en el nuevo código de los niños y adolescentes

A partir de mi propia percepción , la Comisión que redactó el nuevo Código de los Niños y Adolescentes trató de superar esta diferenciación del comportamiento jurídico de la infancia-adolescencia, a partir de la perspectiva teórica brindada por la Convención de los Derechos del Niño suscrita y ratificada por el Estado peruano y que reclama un tratamiento único para toda la infancia –adolescencia.[27]
Este planteamiento implicaba la unificación en un solo cuerpo jurídico, inspirado en la doctrina de la Protección Integral de todas las normas referidas a la infancia-adolescencia.
Implicaba también dejar de lado la diversidad, la diferenciación la dualidad en el tratamiento legislativo de los derechos de los menores de edad.[28]

Implicancias perceptibles a partir del Código Civil.
Las normas legales peruanas presentan un panorama contradictorio tanto desde el punto de vista del derecho positivo como conceptual.

Acerca del trabajo infantil el art. 457 del C.C.reza lo siguiente.
“El menor capaz de discernimiento puede ser autorizado por sus padres para dedicarse a un trabajo, ocupación, industria u oficio. En este caso, puede practicar los actos que requiera el ejercicio regular de tal actividad, administrar los bienes que se le hubiese dejado con dicho objeto o que adquiera como producto de aquella actividad, usufructuarlos o disponer de ellos. La autorización puede ser revocada por razones justificadas”..

El art.458 del C.C. establece además que “el menor capaz de discernimiento responde de los daños y perjuicios causados por sus actos ilícitos.”

Esta normativa para autorizar el trabajo infantil , regida por el criterio del discernimiento (conciencia de bien y mal, de lícito e ilícito) es generosa y permisiva en el tratamiento del tema. La sola autorización de los padres legitima el trabajo del menor de edad, facultándolo además a administrar, usufructuar y disponer de los bienes necesarios para su actividad y a practicar los actos que requiera para la misma. Es más, este menor de edad responde por los daños y perjuicios que pueda causar.
Estas disposiciones implícitamente reconoce dos situaciones jurídicas importantes que la doctrina de la “situación irregular” niega en el caso del niño-adolescente:
· le concede capacidad y responsabilidad civil para actuar y responder por sus actos sin precisar una edad a partir de la cual rige.
· le concede el derecho a trabajar, desde que sus padres sólo se lo pueden impedir por razones justificadas (actividad dañina, peligrosa o que interfiere en el proceso educativo).
El menor de edad es titular de un derecho, cuyo ejercicio sólo se puede impedir si se trata de una actividad dañina o perjudicial para él. La única diferencia con el adulto radica en la autorización inicial; pero una vez concedida esta ni sus padres pueden impedir que el menor de edad continúe trabajando, salvo que medien causas justificadas que en cualquier caso tendría que ameritar un juez.[29]

Aspectos afines a los Convenios Internacionales de la OIT
Los Convenios de la Organización Internacional de Trabajo relativos al trabajo infantil ratificados por el Estado peruano establecen edades fijas para que los menores de edad puedan trabajar en determinadas ramas de la actividad económica, tales como la industria, la pesca, las comunicaciones, contienen también regímenes de trabajo con señalamiento de horarios y condiciones para el caso del trabajo dependiente. En estos instrumentos jurídicos rige el criterio de la edad, para permitir el trabajo de los niños

En estos Convenios, que son de los más antiguos de la OIT, subyacen las condiciones sociales de la época y el efecto dañino del trabajo infantil derivado de la Revolución Industrial que precedieron al surgimiento de la OIT. A diferencia de lo que ocurre en las normas del Código Civil, en dichos Convenios se presume la explotación del menor de edad por un empleador inescrupuloso y en consecuencia se pretende evitarla.[30]

Cabe destacar que el Código de Menores (1962), anterior al nuevo Código de los Niños y Adolescentes, en materia de trabajo contenía –o mejor dicho repetía- las prohibiciones y restricciones para el trabajo prescritas por la OIT. Es decir, la OIT y las legislaciones inspiradas en la “situación irregular” eran coincidentes. Ambas tenían como supuesto el valor negativo del trabajo. Por ello en el derogado Código de Menores el trabajo fue asociado a otras actividades ilícitas o no bien valoradas socialmente.
De ello se colige, que el concepto de trabajo o la noción de trabajo que subyacen en los Convenios de la OIT es del trabajo nocivo, peligroso o perturbador del proceso educativo del niño.
A diferencia de lo que subyace en el Código Civil, lo que tiene en frente la OIT al momento de legislar no es al “niño propietario” sino al niño abandonado, pobre y pasible de ser explotado.

La consecuencia de esta normatividad jurídica es la valoración negativa que se atribuye al trabajo infantil in genere convirtiéndose el trabajo infantil en sinónimo de trabajo nocivo. Y así, lo que podía ser malo en determinadas circunstancia o condiciones, la explotación del menor de edad en el trabajo, a favor de otro preferentemente, llegó a convertirse en malo per se, lo que explica el planteamiento de la OIT de abolir el trabajo infantil como meta.

Aspectos afines a la Convención de los Derechos del Niño

(art.32)“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda se peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”

De esto no se puede colegir necesariamente que se deba establecer edades mínimas para el trabajo.

Un trabajo puede ser peligroso, nocivo o entorpecer los procesos educativos dependiendo de sus condiciones y sus horarios, pero no necesariamente de la edad de quien desempeña la actividad

La Convención, además de regirse por el criterio de la edad para autorizar el trabajo de los menores no contiene exclusiones relativas al trabajo familiar.
· Pareciera que se ha suprimido la presunción de protección familiar que existía en los antiguos Convenios de la OIT.
· Pareciera que dicha presunción ha sido cambiada por otra que presume que todos los niños están en peligro.
· Pareciera suponer que la familia ya no protege al menor de edad y en la medida que ya no se presume esta protección familiar al menor de edad, es que plantea un rol más activo del Estado para proteger y evitar la explotación del niño-adolescente.[31]

Aspectos controversiables resaltantes:

El orden jurídico ha creado mecanismos para actuar diferenciadamente sobre unos y sobre otros, produciéndose la paradoja de que los principios generales del derecho(igualdad ante la Ley)son violados en estricto cumplimiento de las normas positivas vigentes.

Regular el trabajo de los niños y adolescentes en este contexto social y con este marco jurídico contradictorio advierte tener presente lo siguiente:
· la Convención (regida por el criterio de la edad),
· los Convenios OIT (regidos por el criterio de la edad) y,
· el Código Civil (regido por el criterio del discernimiento), todos ellos inspirados en los planteamientos teóricos de la doctrina de la Protección Integral.

Y TRABAJAN TODAS LAS EDADES…
Testimonios de niños trabajadores.


· SOBRE TODO ESPERO QUE SEPAMOS CREER EN LOS NIÑOS COMO PERSONAS..

Muchas cosas, muchas Yo desearía para el futuro…que los nuestros traten bien a los niños, que los niños ingresen al grupo… y tratar que se diviertan, buiscarles trabajo para que dejen de robar. y todo esto para que mañana ya el niño no tenga hambre o frío sobre todo espero que sepamos creer en los niños como personas, y creer en lo que los niños podemos dar a la sociedad…(ROCIO).Ver pag.152 MANTHOC.Y TRABAJAN TODAS LAS EDADES.

· QUE LAS PERSONAS NOS ACEPTEN COMO NIÑOS TRABAJADORES…

Lo que quisiéramos como niños es comer y dormir bien, tener una casa donde vivir, tener lo que los otros niños tienen, que las personas nos acepten como niños trabajadores, andar bien vestidos y tener el material suficiente para poder trabajar…(SONIA) Ver pag 152 Y trabajan todas las edades MANTHOC.Y TRABAJAN TODAS LAS EDADES.




· Y QUE SIGAN SIENDO NIÑOS TRABAJADORES…

yo únicamente doy un mensaje para todos los niños trabajadores, que ellos luchen, que eso es lo importante, y que sigan siendo niños trabajadores ,no niños de la calle y que luchen en la vida y que ellos den el ejemplo a otros niños; que si reciben un mensaje ellos que lo transmitan y que espero que todo lo que estamos haciendo sirva de algo.(JOSE)Ver pag-148 Y Trabajan todas las edades. MANTHOC.

· ES TAN DIGNO COMO E L TRABAJO DE LOS ADULTOS..
Cuando un es huérfano, ¿de donde va a comer?, entonces, tiene que tener un trabajo seguro-seguro para poder vivir-para que pueda trabajar bien, y uno gana, y la familia también, es algo que los chicos tienen que hacer, es tan digno como el trabajo de los adultos(AUGUSTO) Ver pag 105.Y Trabajan todas las edades. MANTHOC.

· DESDE NIÑO SE VA A PRENDIENDO A FORTALECER…
Bueno a mi parecer que un niño de 8 años tiene la necesidad de trabajar por que su situación misma le obliga, tiene que trabajar porque desde niño se va aprendiendo a fortalecer, y aprender a luchar en este mundo que todo es injusticia, para que mas tarde cuando seamos grandes ya sepamos afrontar la realidad(JULIO) Ver pag 104.MANTHOC. Y TRABAJAN TODAS LAS EDADES.

Nota metodológica:
Los testimonios citados ubicados en el libro Y TRABAJAN TODAS LAS EDADES.MANTHOC, no fueron recogidos en función programada, son testimonios directos de los niños, no se trata de entrevistas sino de simples conversaciones. GEMMA ELISA GRILLO-GIANGI SCHIBOTTO. Ver pag 157MANTHOC.

SUGERENCIAS.
Lo inminente: La necesidad de una legislación con criterio unificado
.

Por un lado una norma jurídica absolutamente libre (la del Código Civil) que mantenía como criterio determinante para la autorización al trabajo “la capacidad de discernimiento”, y por el otro normas legales, incluyendo la Convención, que exigen, se establezcan edades fijas para autorizar el trabajo. Por un lado una doctrina (la de OIT) que cuando habla de “trabajo infantil” se refiere al trabajo nocivo, y por el otro la convicción de que el trabajo en sí mismo no puede se valorado negativamente.
En este panorama teórico la Comisión encargada de redactar el Código de los Niños y Adolescentes debía previamente resolver las siguientes cuestiones esenciales para proceder a “legislar” :
a. Definir el trabajo infantil-juvenil. Precisando con exactitud el objeto de protección jurídica.
b. Valorar el trabajo infantil-juvenil. A partir de considerar el trabajo como un derecho humano de acuerdo a la evolución histórico-jurídica de los derechos del hombre.[32]

Al mismo tiempo, la Comisión era consciente de que tratar jurídicamente el trabajo de los menores de edad introduciendo valores positivos en su base representaba el riesgo de legitimar fenómenos no deseados como el del trabajo infantil pernicioso.

Finalmente, la Comisión, teniendo en cuenta también la existencia de diferentes posiciones sobre los temas antes señalados, que no sólo se expresaban jurídicamente de manera distinta, sino que además generaban corrientes de opinión distintas de investigadores, especialistas y promotores, trató de llegar a fórmulas de conciliación entre esas corrientes y el marco jurídico que estaba obligada a respetar.

La Comisión entonces optó por lo siguiente:
· En primer término definió sus categorías jurídicas: niño, todo menor de doce años y adolescente entre los doce y los diecisiete años de edad, pues la mayoría se adquiere al cumplir los dieciocho años.
· Asumió como base para legislar la siguiente definición para el trabajo infantil: “toda actividad lícita dirigida a la producción de bienes y servicios, remunerada o no, destinados a ser consumidos preferentemente fuera del hogar”.
· Suprimió la valoración jurídica negativa atribuida al trabajo infantil-juvenil y, asumiendo que el trabajo es un derecho humano, reconoció el derecho al trabajo de los adolescentes, es decir de los mayores de doce años, pero en condiciones que no interfieran con su proceso formativo.
· Acogiendo las demandas de quienes expresaban una corriente de opinión que reclamaba protección para los menores de edad que trabajan (funcionarios públicos y privados, agentes sociales que trabajan en pro de la infancia-adolescencia, entre otros) brindó protección a todos los niños, es decir a los menores de doce años que trabajan asumiendo que lo hacen por necesidad económica.

En consecuencia, no reconoció el derecho al trabajo de los niños, pero sí el derecho a la protección cuando trabajan impulsados por necesidades de sobrevivencia.
· Sujetándose a los planteamientos de la Convención, fijó edades y estableció la protección del Estado al trabajo de los niños y las medidas de protección y las condiciones para el trabajo de los adolescentes en toda sus modalidades: trabajo dependiente asalariado, trabajo familiar no remunerado, trabajo doméstico y trabajo independiente.
· Respetando los Convenios de la OIT suscritos y ratificados por el Estado peruano(entre los que no se encuentra el No 138 de abolición de trabajo infantil y edades mínimas), recoge y plantea las mismas edades que señala la OIT para la admisión al empleo en determinadas actividades económicas, pero explicitando que sus limitaciones sólo se aplican al trabajo dependiente.

La Comisión fue consciente de que se trataba de una solución polémica y además no perfecta; una solución que sólo significaba acercar perspectivas que tarde o temprano tendrán que encontrar unidad de criterios.

Sin embargo, para llegar a soluciones mejores parece necesario analizar, debatir y continuar buscando consensos alrededor de las siguientes cuestiones fundamentales que aún siguen en el centro del debate:
· ¿Es el trabajo necesariamente pernicioso para el niño o adolescente o depende de las condiciones en que se realiza? Es un mecanismo de transmisión y perpetuación de pobreza o es efecto de la misma?
· ¿Cómo determinar la especificidad del trabajo del menor de edad, teniendo en cuenta que es un ser humano en proceso de formación y que por lo consiguiente el goce de sus derechos no puede ser igual al de los adultos?
· ¿Qué entendemos y cómo definimos el trabajo infantil?

El derecho y las sociedades modernas, (y en esto radica la diferencia con los postulados de comienzos de siglo), no admiten la dualidad en el tratamiento jurídico de los derechos de las personas que todavía subyacen en nuestro ordenamiento legal.

Hoy en día presenciamos la retracción del rol social del Estado y el abandono de los pobres a su suerte. En el Perú y el mundo se está generando un fenómeno por el cual el niño empieza a romper su dependencia del adulto en aras de defenderse de un medio ambiente hostil y que no le provee lo necesario par su subsistencia. El incremento de la delincuencia juvenil e infantil (recordemos el caso de los niños homicidas ingleses), la organización de bandas, niños que asisten armados al colegio, niños sicarios, niños terroristas, son las manifestaciones violentas y destructivas de este fenómeno. Pero hay otras como el reclamo al poder económico de los niños, como señala María Cristina Salazar, el reclamo por autonomía y ejercicios de derechos civiles. Los medios de comunicación posibilitan hoy en día que los jóvenes y niños tengan juicios políticos desde corta edad; tarde o temprano reclamarán de participación política.

¿Se está abordando seriamente una nueva conceptualización de la infancia a partir de los nuevos roles que está asumiendo?

Necesidad de la legislación

Requisito indispensable para la formulación de nuevas políticas y programas frente al trabajo infantil es el análisis de la aplicación y efectos de la legislación actual que pretende favorecerlos o excluirlos de la fuerza de trabajo. Este es otro problema bastante difícil de abordar.

Los costos para el gobierno pueden ser muy altos, como ocurre en el Ecuador con el nuevo sistema de Cortes Juveniles Regionales, Y como sucede en el Perú con la nueva Ley del Terrorismo agravado para los adolescentes pandilleros.[33]

La legislación difícilmente se aplica cuando no hay relaciones jerárquicas claras y cuando faltan los mecanismos de control adecuados[34]

RECOMENDACIONES

· En países donde los sindicatos de trabajadores son débiles o inexistentes, las negociaciones laborales entre trabajadores y patronal pueden lograr acuerdos efectivos en favor de los niños, pues el mejoramiento de las condiciones de trabajo de los adultos reduce la presión sobre el trabajo infantil.(54) (54)Ver pag 66 El sector privado parte de la solución UNICEF)
· El aceleramiento que impone la liberalización de la economía internacional liderada por las empresas multinacionales, tienen una incidencia especial en el problema del trabajo infantil explotador. En la economía global, muchas empresas sitúan sus fábricas y plantaciones en los países con menores costos laborales y con los sindicatos más débiles, algunas incluso evitan ostentar la propiedad de las fábricas y subcontratan la producción a talleres locales. Ello implica una necesidad de legislación afín para proteger al niño de todo tipo de explotación.
· Ante el fenómeno de niños trabajadores, y mientras se logra la universalización de la educación básica. La evasión del nivel familiar ¿qué hacemos?, ¿se archiva el problema?, ¿se desconoce?, ¿se penaliza?, ¿se atiende?
Para ello es inminente constituir un dilema existencial.
Como dice Emilio García Méndez “ la historia muestra muchos casos en que los dilemas dan origen a los mitos. Sin embargo, en el área de trabajo infantil son los mitos que dan origen a los dilemas. Es por eso que los dilemas muchas veces son falsos”. Se pretende decir entonces que el fenómeno de los niños trabajadores es en su constatación y análisis la construcción de un mito que ha generado quizá un falso dilema, o que los que no son abolicionistas, están en dilemas porque han mitificado dicho fenómeno.[35]
· Podrían buscarse algunas fórmulas de solución a los problemas educativos de los niños trabajadores por vías de la integración del mundo escolar y el mundo del trabajo. No sólo en términos de vincular ambas esferas sino mediante políticas educativas participantes, a partir de las situaciones que enfrentan los estratos más pobres de la población rural, sus necesidades e intereses.
· A partir de un estudio comparativo en América y Europa se constató que uno de los problemas centrales lo constituye la calificación profesional, frente a la intensificación de la competencia en el mercado laboral, así como al desarrollo de nuevas identidades culturales; la desintegración social, la marginación juvenil como forma de supervivencia y de construcción de identidad


La Juventud Obrera Cristiana de la Región Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) propone los desafíos siguientes:
a. Generar propuestas de autogestión como respuesta a las críticas condiciones de sobrevivencia y desempleo, teniendo en cuenta la dimensión educativa.
b. Motivar a los jóvenes para su organización y participación en la sociedad.
c. Identificar y responder a las aspiraciones y necesidad inmediata de los jóvenes.
· Es posible que el trabajo infantil no desaparezca en el actual proceso de transición de un capitalismo salvaje a formas más avanzadas de acumulación capitalista, como ha sido planteado por quienes optan por esta perspectiva. Como tal no se debe esperar que el trabajo infantil desaparezca como en los países del Norte con salarios más altos, legislación laboral adecuada y escolarización obligatoria.

Otros factores culturales y sociales inciden en ellos. Se tiene que buscar metodologías propias de investigación participativa que apoyen las nuevas políticas a favor de los niños y jóvenes trabajadores, e impulsar los esfuerzos requeridos para la movilización de la opinión nacional.


Valoraciones (*)
· El enfoque económico se ha perfeccionado durante los últimos años. Actualmente postula que los individuos maximizen su utilidad a partir de preferencias básicas y que el comportamiento de individuos diferentes se coordine a través de mercados explícitos e implícitos. Esta alternativa otorga la oportunidad al niño de trabajar.
· La recuperación de la importancia de la escuela no puede significar la exclusión de la educación no formal, sino la búsqueda de necesarias y enriquecedoras complementaciones .

El “alternativismo” a venido mostrando importantes aportes reconocidos por muchísimos organismos internaciones y gubernamentales, sirviendo de puente entre las manifestaciones de base de la “sociedad civil” y las formas institucionales de la “sociedad política”. Y esta compleja riqueza de la auténtica democracia no la inventaron las ONGs del continente, sino los padres fundadores del pensamiento liberal democrático, desde Toqueville hasta la Agnes Heller de nuestros días[36]
· La práctica y la reflexión a partir de la monografía sub-estudio no es en primer término la protección, sino el trabajo, como un derecho humano del que se deriva la exigencia de protección, dentro del cual esta recupera un sentido valorativo del trabajo y puede sortear el riesgo proteccionista
· La dinámica de grupos, organizaciones y movimientos constituyen un fenómeno social que va plasmando en su práctica elementos que bien pueden ser reconocidos como un nuevo paradigma de la infancia y juventud.
Caracteriza a la mayoría de estos movimientos.[37]
a. La promoción como eje prioritario sobre la protección.
b. Los niños y jóvenes como sujetos de derechos.
c. Los niños y jóvenes como actores sociales.
d. Los niños y jóvenes como promotores de desarrollo y transformación.
(*) Véase dimensiones de la justicia en el mundo contemporáneo.Ed.Porrúa S.A.México,1993,auro Cappelletti.pag23
· Quien propone una “valoración crítica” del trabajo infantil, y sobre todo del niño trabajador lo hace para poder entrar e la esfera de la “crítica de la economía política”. Ello se evidencia no sólo en oportunas referencias bibliográficas sino también considerando que para ir más allá del esquema pietístico - asistencialista es necesario encontrar sujetos sociales con capacidad de asumir un proyecto de acción colectiva. Es decir, de productores y , por lo tanto, en su identidad de protagonistas del proceso de eliminación de su explotación y pobreza. Se valora a los niños trabajadores como potenciales actores de una crítica a los injustos mecanismos sociales, se apuesta a su organización, a su desarrollo social y económico y al reconocimiento de su derecho a colocarse como un grupo social.

Es equivocado atribuir paralelismos históricos entre posiciones radicalmente distintas, como la de los defensores del trabajo infantil del siglo pasado o comienzos del presente, y la nuestra. Sabemos muy bien que en el pasado hubo una postura en favor del trabajo de niños y adolescentes como forma de control y recuperación social , y no estamos de acuerdo con ello. Valoramos al niño y al adolescente trabajador recuperando su identidad como tal, en una perspectiva de defensa frente a sus condiciones de explotación y lucha por su desarrollo.[38]
· El tema sub-estudio advierte que como consecuencia del coste de la calidad de hijo dentro de la familia tradicional surge la obligatoriedad de legitimar el deber ser del trabajo infantil .

EPILOGO

· Los talleres y encuentros en los que se reúnen grupos de niños trabajadores para intercambiar experiencias son cada vez más comunes. Se trata de una positiva aplicación del art.15 de la convención que estipula: los estados partes reconocen los derechos del niño a la libertad de asociación.[39]
· La cuestión de identidad social y personal de los niños , y en especial de los niños trabajadores , no está contenida como un elemento que se considere decisivo para hacer un balance de la significación de ciertas tesis como la abolicionista, en la vida de los niños trabajadores . Advierto sí, que está en juego el concepto mismo de ciudadanía , de sujeto social y de derechos.
· Afirmar que el sistema escolar es “el lugar”, en el que se encuentra desarrollo “normal” del niño, es un deseo convertido en realidad sólo por un juego de ficción ideolodizante[40]
· La ausencia de una crítica inicial a la escuela que hoy se ofrece a los niños trabajadores, y en general a los niños de sectores populares, deja la impresión de que la escuela como “lugar” de construcción de ciudadanía, y de integración, sirva a una llana y lisa integración de la ciudadanía neoliberal.
· Partiendo de afirmar acerca de que -por lo general-todas las familias son idénticas, las rentas se distribuyen desigualmente debido ala incidencia desigual de factores del mercado, donde mucho tiene que ver las generaciones.
· Para el altruista, la significación de utilidad se vierte en el bienestar de la familia, como consecuencia de ello, el Altruista frente a nuestra realidad accederá a admitir el trabajo infantil.
· Afirmar: “el trabajo es nocivo por naturaleza para el niño”. Permite - como construcción ideológica coherente- sostener que el lugar natural del niño es la escuela que per se sería no nociva.
· Los procesos de organización y movilización de los niños y adolescentes son aún embrionarios (en el caso de los jóvenes se ha avanzado más). En ese sentido, no han ganado ni visibilidad social suficiente, ni capacidad de presión reivindicativa ni de propuesta política. Nada de esto significa subestimar los procesos en curso, su sentido y potencialidad. Inclusive en el estado en el que se encuentran, ya han permitido no sólo avanzar en las prácticas sociales, sino en la construcción de nuevas categorías de análisis.
· Dentro de una lógica de “necesidades económicas”, el tratamiento indiferenciado de los “menores” con una categoría supuestamente homogénea abarcando a todos aquellos hasta los 18 años, legitima de hecho un enfoque, que utilizando el argumento de la protección, sostiene la tendencia de promover formas abiertas o encubiertas de trabajo infantil.
· En buena parte de la literatura actual predomina un enfoque de corte pseudo-etnográfico, que insiste en explorar las “historias de vida” de los niños trabajadores, descuidando o simplemente ignorando el análisis de las políticas y de las instituciones generadoras de dichas “historias de vida”. En definitiva, una enorme confusión y afirmaciones ligeras constituyen el rasgo distintivo de esta literatura.
· Se denota que la naturaleza de la familia típica ha cambiado con mayor rapidez en estos últimos tiempos, la implicancia se encuentra en los cambios vertiginosos que se desarrollan en el orbe.
· El incremento implícito en el gasto que generan los niños depende del aumento de los recursos familiares y de la elasticidad de demanda del bienestar de los hijos, cuando ello sufre trastornos ,el coste de la calidad de hijo se deriva hacia el trabajo infantil.
· Motivaciones radicalmente antagónicas han concluido con propuesta políticas en esencias similares cuando la perspectiva asumida es la “defensa/protección” del trabajo infantil, resulta en realidad indiferente que los argumentos se refieran a una estrategia específica de control social de la pobreza o a propuestas supuestamente emancipatorias de los sectores sociales más desprotegidos.
· Se denota que la cuestión laboral está relativamente silenciada al hacer un balance de las tendencias y enfoques sobre el trabajo infantil. Este aspecto tiene mucha gravitación en nuestras culturas del campo, en el mundo rural, en el que el trabajo infantil tiene peculariedades importantes para los análisis y las acciones frente al mismo.
· Muy pocos de los estudios sobre trabajo infantil han usado técnicas participativas en las que se escuchen a los niños y adolescentes a pesar de que esta es una exigencia mínima para lograr la comprensión de su realidad .
Tampoco se han tenido en cuenta las experiencias laborales de los niños y adolescentes para las políticas educativas y para el establecimiento de contenidos curriculares aptos que beneficien a éstos en su actividad laboral.
· Las familias mas pobres también invierten más en el capital humano de los hijos más capacitados. Ello genera un trastoque para los más débiles que obligadamente deberán recurrir al trabajo infantil.
· Debo advertir finalmente que este trabajo tiene su “razón de ser ”, pues esta inminente realidad del “DEBER SER DEL TRABAJO INFANTIL” se va avisorando-aunque paulatinamente en nuestro país- y va tomando cuerpo, ello lo demuestra la Ley 26941 que modifica al art.40 del C.N.A. adjunto al final de la monografía en copia fotostática.
· Efecto de una mayor especialización de las familias muy numerosas sobre las conductas incorrectas y la intimidad lo constituye una des-economía de escala en el hogar.
Comentando acerca de la inversión óptima para el capital humano, cada persona maximiza la utilidad mediante la elección de la senda óptima de la asignación de tiempo, a todas las edades, entre las actividades desarrolladas en el mercado y el hogar .Las decisiones óptimas sobre la asignación del tiempo en hogares multipersonales deben tomarse en cuenta las habilidades de los distintos miembros de la familia y los conflictos entre los incentivos que les afecta.





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UNICEF : (1990), Niños de la Calle (Argentina, Chile, Uruguay). Santiago.
VAÑO PAOLA : Promoción de la niñez en alto riesgo. Cedro 1995



[1] Es la dimensión total humana. Es creación social. Es forma de pensar, de sentir. Es tener una visión de la vida y, principalmente, es el lenguaje.
[2] De manera ambigua, se pretende dar cuenta de complejas transformaciones que se han producido en la última década, denominadas “economías del mercado”
Los intentos que se han hecho por tener en práctica los principios neoliberales han modificado la organización social contemporánea. Así, el Estado es el garante del equilibrio social; el papel de los sindicatos y organizaciones populares se ha reducido al mínimo; el pueblo debe salir al mercado nacional pagando los servicios y el consumo a su valor real; aunque se postula deseable una democracia moderna, se trata de una nueva manera de dominación de élites distinta a las dictaduras tradicionales; debilidad del pueblo para reaccionar; aceptación por parte de las masas y sectores organizados de los programas neoliberales, como algo inevitable; relación de subordinación a través del mercado, con los países hegemónicos; disminución del gasto social; consumismo y producción son los máximos valores sociales; el pragmatismo se impone desde la vida cotidiana como en la política económica y las relaciones internacionales; la educación se orientan hacia la satisfacción del mercado de trabajo y a la producción privada. Se privilegia el avance hacia una homogeneización cultural, desconociendo las culturas y nacionalidades particulares.
[3] (15) Hugh Cunninghan .Ver pag 24-577-72.The children of the poor.
[4] Desplazando la atención del problema central, es decir la falta de eficacia de la legislación restrictiva del trabajo infantil, C. Nardinelli (1990, p.154), encuentra justamente en la pérdida de la importancia del trabajo infantil una explicación “científica” para el surgimiento de dicha legislación. La retórica de la confusión encuentra en este punto su máxima expresión.Los ingredientes de la receta del Nardinelli son sencillos:
a)- la relativización de los efectos negativos del trabajo infantil
b)- la atribución general de un carácter ingenuo y romántico a toda posición favorable a la erradicación del trabajo infantil.
c)- la supuesta objetividad científica del análisis económico acaba diluyéndose en un ideologismo de corto plazo: “Child labour in factories, then was an effect and not a cause of family poverty”
Por último, se apela una variante de las teorías conspirativas para explicar el surgimiento de legislaciones restrictivas del trabajo infantil. Clark Nardinelli (1990) en su trabajo “Child labour and the industrial revolution”pag.156.
[5] En esta parte del continente la política neoliberal se inicia al final de la década del 70; toma auge en los años 80, generalizándose en toda Latinoamérica y dando origen a la denominada escuela económica neoclásica.
Esta exige el reordenamiento del sistema capitalista y postula al neoliberalismo en América Latina .Se quiere lograr su reinserción como región en el nuevo sistema mundial de acumulación.
[6] Se utilizan los conceptos de una variante o corriente dentro de la escuela neoclásica del siglo XIX, la que postula el equilibrio pleno de las relaciones económicas si se garantiza como base un mercado libre y de competencia perfecta.
Desde este punto de vista, el Estado y las políticas económicas puestas en práctica hasta entonces habían sido las causantes de los desequilibrios socioeconómicos. (Jiménez 1993, Manthoc.SUJETOS SOCIALES).
[7] El neoliberalismo se caracteriza por:
· Ajustes estructurales que responden a las nuevas tendencias globalizadoras de la economía capitalista.
· Apertura comercial, independización de los circuitos monetarios, mercancías, servicios.
· Privatización de las empresas y servicios públicos estatales, para equilibrar el mercado y favorecer la productividad.
· Flexibilización de los procesos productivos a partir de la innovación tecnológica.
Transformación de las políticas liberales: medidas para controlar los conflictos, para reducir los costos salariales, la concertación y el diálogo, recortando las expectativas en las negociaciones colectivas, mientras los no organizados y los informales, que son mayoría, quedan de lado o no son alcanzados por las leyes laborales.
[8] “Las organizaciones económicas populares están generando experiencias de solidaridad y de organización, y expresan la centralidad del trabajo. Lo que se quiere es lograr revertir el proceso de empobrecimiento del trabajo y del hombre “(Rosales 1993 Manthoc.Symposium nacional.Memorias)
Debe darse prioridad a la inversión en la capacitación de recursos humanos para crear productores y no sólo consumidores.El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) habla de un desarrollo a escala humanista.
[9] Wanderley 1993Manthoc.Mercado laboral del menor.
[10] En la agenda mundial está contemplada la reducción de la pobreza y muchos de estos organismos multilaterales están realizando convenios con ONG nacionales e internacionales e inyectando recursos para generar desarrollo, eficacia, calidad, competitividad. Son proyectos de inversión social y económico para atender las necesidades básicas de la población pobre.
Se han realizado una serie de eventos, dando lugar a propuestas para contrarrestar la política neoliberal con la creación de espacios de poder popular, recomponiendo la capacidad del lucha del pueblo. Lo que se busca es un proyecto propio, alternativo, donde debe asumirse que el desarrollo pasa por un cambio en los sujetos sociales para una justa distribución de la propiedad y riqueza y por el fortalecimiento de la sociedad civil, para ello el Estado debe jugar un papel fiscalizador, planificador; regulador; debe promover y orquestar, no abandonar la economía en las manos del mercado.
[11] Es sobre todo notable el aumento de los niños callejeros (la mayoría trabajadores o ”en estrategias de sobrevivencia que trabajan en la calle”, Como los define UNICEF, 1989:10)en las grandes ciudades. Precisamente por su mayor visibilidad e impacto en al opinión pública, y por constituirse en objeto fácil de programas y políticas de “bienestar”, como lo ha sugerido Glauser, a veces la magnitud de este fenómeno callejero desvía la atención sobre otros tipos de trabajo de los menores. (1990).GlausserUNICEF.Los niños trabajadores
[12] Como se sabe, en los países latinoamericanos y caribeños los niveles salariales mínimos son muy bajos (menos de US$100 mensuales en la mayoría de ellos), y su tendencia es a disminuir en términos de su poder adquisitivo por los ajustes impuestos por el FMI y el BID.
En Haití los niños domésticos suman 240,000; en Costa Rica se estima que el 21% de las adolescentes trabajan como domésticas.Para otros países las cifras son igualmente altas aunque basadas en aproximaciones más que en datos exactos.Muchos estudios acerca del caso indican que el rubro del trabajo doméstico no remunerado es el principal entre los distintos empleos.
[13] Por ejemplo en una encuesta con mil menores asalariados brasileños (Spindel, 1986), estos dieron como razones de su participación laboral respuestas afines a la situación económica “familiar” (42,3%), que incluían-entre otros- la descomposición interna, la muerte, separación o abandono de uno de los cónyuges, el desempleo o las enfermedades; razones de orden económico “individual”, como “para poder estudiar”, o las referentes al consumo de bienes y servicio por parte del mismo menor.La búsqueda de autonomía, libertad o poder de los menores, (45%), como “para ser más libres”.
[14] Alternativas :El desplazamiento de las empresas industriales hacia el medio rural abre nuevas oportunidades de trabajo al contingente juvenil actualmente matriculado en las escuelas. Contingente que precisará de determinados conocimientos y calificaciones para un mejor aprovechamiento de esas oportunidades laborales, así como para negociar las condiciones de su incorporación al mundo productivo en mejores términos.
[15] Los niños campesinos experimentan distintas relaciones sociales en las que se mezclan el trabajo, el juego, y el aprendizaje. Myers, 1989.UNICEF.NIÑOS TRABAJADORES.
[16] “Pobreza es una realidad social componente y resultado de un conjunto de procesos relacionados y fenómenos económicos y políticos y culturales inherentes a un modelo de desarrollo caracterizado por la predominancia de los intereses de los señores dueños del capital en contradicción con los de los sectores mayoritario, dueños de la fuerza de trabajo, que se agudizan en coyunturas de grandes crisis como la actual” (Jiménez y otros 1992 Manthoc.Situación y perspectiva del trabajo infantil).
Abordar el tema de la pobreza, en este contexto, es importante por lo que significa como problema y como obstáculo para el desarrollo de una sociedad más justa, para que exista la solidaridad, la equidad. Pobreza no es sólo la carencia de respuesta a las necesidades básicas. Hay que ubicarla dentro de las contradicciones que la producen y quiénes están inmersos en ella. Es necesario entonces ver no sólo el efecto sino también la causa.Existen poderes de tipo emocional, no sólo de autoridad, entre los miembros de la familia que se reflejan en la división de las labores. Los niños asimilan poco a poco la posición que ocupan dentro del hogar y asumen distintas formas de negociar con los adultos y con sus hermanos. Coté, Jocelyne1993 Ver .EL TRABAJO Y VIDA DE LOS NIÑOS.Colombia.
[17] Al examinar la situación presente del niño que trabaja, su posición evidentemente variará según su propia idiosincracia, en algunos casos anhelará legar a ser patrón o ejecutar tareas mas calificadas que las actuales .Ver el trabajo de los niños pag 46.UNICEF
Spindel (1986: 69) señala que en el Brasil “el trabajo, en lugar de oponerse a la escolarización, parece ser la única forma de su viabilidad”.
[18] El trabajo de los niños en la práctica, básicamente en los países subdesarrollados está combinada a diversas razones graduadas en porcentajes como sigue
pobreza………… ……………………………………………………………………. 23,4%
necesidad de colaborar con los padres en actividades económicas…………… 32,9%
deseo de los padres que trabajen………………………………………………… 26,3%
necesidad de ganarse la vida por sí mismos…………………………………….. 7,9%
es mejor trabajar que estar ociosos………………………………………………. 6,9%
otras razones………………………………………………………………………… 2,6%
Esta imagen corresponde a una gran parte de las familias de los menores trabajadores, agobiadas por la pobreza, la violencia intra-familiar y condiciones de vida deficientes, donde los niños no son prioridad, y no desarrollan lazos afectivos ni con sus progenitores ni con otros miembros del grupo familiar. Ver pag 9 El trabajo de los niños.UNICEF
[19] No puede seguirse viendo a la familia como exenta de relaciones de explotación, o tratar al menor de edad como un ser carente de autonomía. Las realidades latinoamericanas llevan pues a revisar los clichés europeizantes usuales sobre esta materia. Shilkrout en Rodgers y Standing, 1981; James y Prout, 1990; Glauser, 1990; Boyden, 1990; Cordero, Elisa.1992.POBREZA,CRISIS,AJUSTE ESTRUCTURAL Y SU INCIDENCIA EN LA FAMILIA.UNICEF
[20] Este principio de derecho tiene obvias implicaciones legales y de política estatal, especialmente en términos de las oportunidades básicas en salud, nutrición y educación para el desarrollo de los niños, sin las cuales no puede lograrse la dignidad propia del ser humano.Cualquier mejora de la educación, ya sea mediante el cambio de las escuelas existentres, la introducción de nuevos enfoques educativos creativos y flexibles o la focalización específica en los niños trabajadores, tendrá efectos positivos sobre el trabajo infantil. Ver pag 51recuadro 10-informe -inei.
[21] (Eekelaar, 1992, citado en Himes, op. Cit.unicef.LOS NIÑOS TRABAJADORES).
[22] En el Seminario Internacional del INDRA (Institute for Debvelopment Research-Amsterdam, 1993) se preguntaba, ¿Cuál debe ser el lugar del trabajo del niño? ¿ Es el trabajo objetable o debemos concentrarnos en la humanización del trabajo de menores? Impedir el trabajo del menor pude ser equivalente a un empeoramiento de su situación, por ejemplo con los boicots de productos que contenga trabajo infantil. ¿Hacia dónde dirigir entonces las políticas y la acción? ¿Hacia los sindicatos? ¿Hacia el cambio de las políticas estatales? En general se vio la importancia de que las ONG se dirigieran a mejorar y humanizar las condiciones del trabajo infantil, y se aceptó que la autonomía y adquisición de poder (empowerment) de las organizaciones de los menores eran metas importantes de las intervenciones.
[23] Al suscitarse cambios en el modelo y auspiciarse el crecimiento económico como eje para la “transformación productiva”, promovido por el Estado se busca el refugio en las tradiciones, en la cultura. Se empieza a aceptar denominar crisis de los paradigmas a partir de la necesidad de ser y autorealizarse, de pertenecer, de superar la soledad y el aburrimiento, de expresarse y crear, junto a los grandes problemas no resueltos en otras épocas, como son la miseria, el hambre, la satisfacción de un mínimo de necesidades materiales para grandes sectores, se dan en una combinación sincrética de individualismo occidental y pertenencial al nosotros colectivo y la comunidad.
(40)OIT, 1989.La referencia a la importancia relativa desempeñada hasta ahora por la normatividad internacional, puede verificarse por el hecho paradójico de la indiferencia con que abolicionistas y propulsores del trabajo infantil han considerado lo que puede denominarse dimensión normativa del problema. En ambos casos, la certeza en la falta de eficacia de la legislación explica respectivamente una ausencia casi total de adhesión (abolicionistas) o de oposición (propulsores).
[24] Pier Paolo Donati, dice con frecuencia en las ciencias estadísticas: “ la infancia desaparece como actor social simplemente porque nunca ha sido verdaderamente asumida como objeto de observación”.
[25] HIRSCHMAN, ALBERT(1991b)THE RETORIC OF REACTION,THE BELKNAP PRESS OF HARVARD UNIVERSITY PRESS.CAMBRIDGE. Desde esta perspectiva , se visualiza el sustento en el simple razonamiento de que los hijos de los pobres deben trabajar no sólo por razones económicas(contribución al ingreso familiar) sino también como única forma de integración social. Esta posición se encuentra sustentada en un magnífico ensayo publicado hace pocos años “La retórica de la reacción En este texto se analizan en forma detallada y cuidadosa los argumentos utilizados por el pensamiento conservador en su oposición a diversos procesos globales de emancipación social. En una secuencia histórica esta se refiere a:
1) la afirmación de la igualdad ante la ley y de los derechos civiles en general;
2) la difusión del orden democrático a través del sistema del voto.
implantación del Estado de Bienestar Social.
[26] Abundando, para la primera categoría, sus eventuales conflictos de naturaleza civil (por ejemplo, niño propietario), se resuelven por canales jurídicos y jurisdiccionales regidos por los códigos civiles y de familia; mientras que para la segunda se les aplica las viejas legislaciones pasadas en la doctrina de la “situación irregular”, es decir las leyes de “menores” (García Mendez.Infancia y adolescencia.UNICEF)
[27] “La Convención Internacional aparece hoy como dispositivo central de una nueva doctrina: la doctrina de la Protección Integral que constituye un nuevo paradigma legislativa que posibilita repensar profundamente el sentido de las legislaciones para la infancia, convirtiéndolas en instrumentos eficaces de defensa y promoción de los derechos humanos específicos de todos los niños y adolescentes” (García Mendez, 1993.Del revés al derecho.Unicef)
[28] Para ello se requería, sin embargo, primero que los diversos agentes involucrados en los procesos de generación de normas legales estuvieran debidamente informados de las perspectivas teóricas que subyacen a la formulación de normas legales para la infancia, y el segundo, que estuvieran comprometidos con la nueva doctrina de la Protección Integral.
La Comisión trató primero de ampliar los alcances del Código de los Niños y Adolescentes y comprender en su campo de aplicación al conjunto de las relaciones familiares, a fin de unificar en un solo cuerpo legal y con una misma perspectiva teórica el tratamiento jurídico de toda la infancia y adolescencia. Se propuso entonces trasladar las instituciones familiares del Código Civil al nuevo Código de la familia. Lamentablemente esto no se logró. Presiones de diversa índole, oposición de los civilistas, la existencia de convenios internacionales de la OIT suscritos por el Perú que regulan el trabajo de los menores de edad en una perspectiva abolicionista y las normas contenidas en la misma Convención, sólo permitieron a la Comisión tender algunos puentes con el Código Civil y otras normas legales. Debido a ello el nuevo y novedoso Código de los Niños y Adolescentes no se sustrae de caer en el campo de la llamada “situación irregular”:García Mendez.Conferencia Internacional CNA .1993.Lima
[29] Evidentemente el contexto en el que está pensada esta norma es el del niño que vive, crece y se desarrolla en un ambiente familiar sólido, con protección de los padres y parientes, con proceso educativo asegurado –en “situación regular”- y cuyo trabajo tal vez vinculado con la propiedad de algunos bienes (posiblemente heredados), o con el uso de su propia imagen (publicidad), o en general consistente en actividades no perniciosas, no responde a una necesidad de sobrevivencia que lo haga pasible de explotación económica por parte del otro.
[30] Esto explica que dichos Convenios sólo se refieran al trabajo que se prestan en relación de dependencia, es decir a aquellas actividades en las que se venden la fuerza de trabajo, excluyéndose en su campo del trabajo familiar y el de los aprendices. Por ello, a fin de no caer en precisiones o dudas sobre lo qué es la “capacidad de discernimiento” o cuándo se adquiere –dudas que pudieran operar en contra de los intereses del propio menor de edad al que se pretende proteger- la OIT recurre al objetivo criterio de la edad para que se autorice el trabajo de los menores de edad.
[31] Entonces la realidad laboral de la época que dio origen al surgimiento de instituciones como la OIT, explica por qué se fijaron edades de admisión al trabajo de los niños. La explotación inicua amparada en al libertad de contratación que regía en la época requería un cambio en los paradigmas legislativos, cambio que se produjo con la intervención del Estado intermediando en la contratación laboral para proteger a los niños y mujeres trabajadoras, lo que dio inicio al derecho laboral que hoy conocemos y que, entre otras cosas, reguló la contratación de la mano de obra infantil, estableciendo edades límites para ello.
Luego de cien años de existencia de este derecho laboral tuitivo, y a propósito de los cambios económicos y sociales derivados de la revolución tecnológica, la globalización de las economías y la apertura de mercados, que no sólo vienen cambiando conductas, actitudes y valores sino también la regulación del mundo del trabajo y, si bien continúa siendo indispensable la protección de todo trabajador, no parece razonable repetir las fórmulas de entonces.García Méndez,Emilio.El revés y el derecho.UNICEF.
[32] Considerar malo, dañino o negativo per se como vehículo esencial de realización de la persona no me parece congruente a mi modo de ver.
[33] las medidas de legislación no pueden funcionar en determinadas condiciones económicas y sociales (Black, 1993).
[34] Por estas razones la OIT se ha orientado recientemente hacia proyectos y programas específicos que alivien el trabajo infantil directo, aunque continúa poniendo algún énfasis en aspectos legales. Igualmente, UNICEF (ibíd.: 13)
[35] Con un juego de palabras no se puede absolver la complejidad del fenómeno ni reconocerla, es jugarle a las escondidas al problema.
No hay solo dilemas conceptuales; los más graves son los de la vida cotidiana y los niños trabajadores como fenómeno social no dejan de colocarnos ante dilemas que no son resultado de apresuradas mitificaciones como bien señala García Méndez.
[36] Imputar a la acción de unas cuantas ONG la retracción del gasto social es cuanto menos sorpresivo y ocultan las responsabilidades reales. Pero más allá de ello tampoco corresponde a la verdad que las ONGs hallan dejado de lado la escuela por una suerte de hostracismo antiinstitucional. Todo ello tal vez pertenece a la prehistoria de las ONGs y de los movimientos populares, postura superada desde hace años, como lo demuestran muchísimos documentos teóricos, proyectos y acciones prácticas.
[37] Algunos de estos movimientos formulan con mayor énfasis estos elementos desde su experiencia.
a. El protagonismo infantil y juvenil como eje desde el cual se define y determina la promoción, la participación la protección.
b. La organización infantil y juvenil autónoma, es decir, que no sea una especie de apéndice de organizaciones de adultos.
c. Los niños-adolescentes-jóvenes-trabajadores como sector desde el que hay que poner el acento para el desarrollo de una dinámica social y movilizadora del conjunto de niños, adolescentes y jóvenes, así como de las fuerzas que contribuyen a la promoción de los niños, adolescentes y jóvenes como actores sociales.
Estos estudios han contribuido al avance de las reflexiones teóricas y prácticas sobre la temática niño-joven, aunque quedan muchos aspectos vacíos en vistas a una estrategia para las investigaciones futuras.
[38] Como en el caso peruano , en 1976 se inicia un movimiento de niños y adolescentes trabajadores , uno de cuyos elementos centrales es la valoración del trabajo y la lucha por un trabajo digno. Se trata de MANTHOC, iniciativa que tomaron entonces los jóvenes obreros de la JOC, constituyéndose ellos en niños y adolescentes trabajadores.
[39] Ver pag 67 El sector privado parte de la solución.UNICEF
[40] Servatis servandi, ¿no estaríamos ante una especie de nueva doctrina de la situación irregular del menor, irregularidad causada por la ausencia de la escuela?